Las nuevas instalaciones serían inauguradas el alcalde Antonio Ramilo el 27 de marzo de 1971. La siguiente gran reforma comenzó el 5 de diciembre de 1980, con motivo del Mundial de 1982. En esta reforma se derribó la bancada de Río, que fue sustituida por una más moderna y con mayor capacidad. Por aquel entonces el estadio tenía capacidad para 38 000 espectadores, pasando a los 31 000 en la década de 1990 debido a la normativa de tener todas las gradas con asientos.