La temporada 1984/85 el entrenador siguió siendo Roberto Gil, hombre de la casa y exfutbolista del equipo, ya que la situación económica no permitía mucho más. Con una crítica situación económica, el verano de 1984 Salvador Dasí Martínez, presidente de la comisión deportiva, directivo del club y amigo personal de Kempes, camiseta de italia le comunicaba con lágrimas en los ojos que no seguiría en el club. Vicente Tormo a deshacerse de grandes jugadores y a nutrirse de canteranos (estaban Arias, Subirats, Saura, Tendillo, Roberto, Fernando o Revert) y de fichajes modestos como el uruguayo Wilmar Cabrera (para el que se hizo un esfuerzo económico), Arroyo o Quique.