Cierra con otro concepto forjado a sangre en las áreas de La Quemita: «Voy 1000 por ciento a la pelota pero no le doy a la pierna del jugador. Las personas pueden tener ideas súper inteligentes o más o menos. Lo no negociable es que no dejen todo». Le da pie para explicar por qué, entiende, Volkswagen le dio el volante en un mercado tan crítico como América del Norte.