De hecho, el seleccionador Sir Alf Ramsey participó en el diseño de algunas camisetas, sobre todo para explicar qué costuras eran incómodas para los jugadores y cuáles no. Aunque el color, oficialmente, es el carmesí, vista de cerca se trata de un naranja muy fuerte, que destaca mucho sobre el terreno de juego. Ya en 1966 estaba en la cúspide del negocio de las equipaciones de fútbol, puesto que de las 16 selecciones que participaron en aquel Mundial, 15 llevaron ropa Umbro.