En las últimas tiras se describía su encuentro con el general Alcázar, a punto de viajar a Sudamérica. La acción de Las siete bolas de cristal quedó interrumpida en el momento en que Tintín deja el hospital en que están internados los arqueólogos afectados por la maldición del inca Rascar Capac (página 50 de la edición actual del álbum). Para Hergé, acusado de colaboracionismo, se inició un calvario personal, ya que se le impidió seguir trabajando, y tuvo que responder de su actitud durante la ocupación.