tiendas de ropa en madrid baratas

En 1890, The Football League -formada dos años antes- reglamentó que ninguno de los equipos miembros podría tener uniformes similares. Los mismos clubes fueron entonces los responsables de comprar el equipamiento y de los asuntos financieros, y junto con la necesidad de que el creciente número de espectadores pudiera identificar fácilmente a los jugadores, llevaron a abandonar los pálidos colores de los primeros años a favor de simples combinaciones de colores primarios.